Paisajes del fracaso
Paisajes del fracaso – vista general de la exposición, CCAI, Gijón / 2020
Castilletes – madera quemada / 3 uds. de 110 x 110 x 200 cm, 90 x 90 x 160 cm y 70 x 70 x 110 cm / conjunto: dimensiones variables / 2016
Paisajes del fracaso – madera y vidrio recuperado / 3 uds. de 8 x 200 x 35 cm c/u / conjunto: dimensiones variables / 2016
s. III-V / s. XX-XXI – ruinas romanas y contemporáneas / 4 uds. de 50 x 50 cm c/u / 2016
Sin título (ruina caminada) – ladrillos recuperados / 32,5 x 370 x 3 cm / 2016
Llumeres / Rotterdam – hierro trenzado recuperado y fotografía digital impresa con tintas cerámicas de alta calidad / 320 x 350 x40 cm y 20 x 28 cm / conjunto: dimensiones variables / 2016-2020
Umbral, vacío, vestigio – madera, vidrio recuperado y sargentos / 68 x 68 x 110 cm / 2019
Paisajes del fracaso – vista general de la exposición, CCAI, Gijón / 2020
Vídeo resumen de la exposición Paisajes del fracaso / CCAI, Gijón / 2020
Paisajes del fracaso explora la idea de ruina desde un doble punto de vista. Por un lado, el proyecto construye un armazón teórico que trabaja con conceptos como el tiempo, el fracaso y la destrucción como acto creativo. Por otro, hay un fuerte interés en lo matérico, en la esencia más pura de los restos físicos que, desde el fragmento, nos permiten reflexionar sobre los lugares que habitamos, a la vez que cuestionan el sentido lineal y cronológico del relato histórico.
Las ruinas son una lección del pasado pero, más allá de la visión sublime de los artistas románticos que las consideraban como un símbolo de decadencia de la razón, podemos tratarlas como espacios de reflexión y potencial fértil para la creación, no sólo lugares de luto. Son territorios de temporalidad inexplorada, que se abren a la posibilidad de nuevas cronologías. No debemos ver la ruina como un proceso irreversible, como una línea temporal de una sola dirección, del orden al desorden, sino más bien, como una deriva del tiempo o un tiempo sin historia. Este tiempo absoluto que nos brinda la ruina nos permite trabajar con ella de una forma completamente contemporánea, superando la melancolía de épocas mejores para revelar nuevas capas de información a través de fragmentos con futuro.
La ruina es un espacio de resistencia que lleva asociado cierto sentimiento trágico vinculado a la idea de destrucción. Esta decadencia arquitectónica nos permite, desde la práctica artística, establecer nuevas relaciones con la materia. El fragmento y el vacío cobran especial protagonismo en este entramado de relaciones significativas que supone la ruina. De este modo, se establecen nuevas formas de construir a través de los vestigios, las estructuras colapsadas y los lugares abandonados.
Instalaciones, esculturas y fotografías componen esta muestra que recoge trabajos desde el año 2016 hasta la actualidad. Materiales recuperados, escombros, colapso, gravedad y vacío son la esencia de Paisajes del fracaso, un proyecto que reclama la ruina, sin nostalgia, desde una perspectiva contemporánea.